¿Quién Fue el Verdadero Pionero del Death Metal? A Más de Tres Décadas, la Incógnita Perdura

El mundo del metal es un universo expansivo y diverso que desafía las etiquetas simplistas. A menudo se nos caricaturiza como “cerrados de mente” cuando se trata de aceptar otras formas de música, pero la realidad es que el metal es un terreno fértil para la experimentación y la innovación.

En los años 80, mientras el thrash metal alcanzaba su apogeo de extremidad, surgía una nueva forma de expresión musical aún más visceral: el death metal. Este género, caracterizado por sus ritmos frenéticos, voces guturales y letras que exploran temas oscuros y macabros, desafió las convenciones musicales y sociales de su época.

La cuestión de quién fue el verdadero pionero del death metal sigue siendo objeto de debate décadas después de su surgimiento. Algunos señalan a Possessed, cuyo álbum “Seven Churches” (1985) es considerado uno de los primeros ejemplos del género. Otros argumentan a favor de Death, cuyo icónico álbum debut “Scream Bloody Gore” (1987) solidificó los cimientos del death metal con su brutalidad implacable.

Sin embargo, definir los límites entre el thrash y el death metal no es una tarea sencilla. En los albores de este género, las fronteras entre ambos estilos eran difusas, lo que complica aún más la identificación de sus raíces.

La influencia del death metal se extendió rápidamente, dando lugar a una proliferación de bandas que exploraron y expandieron sus límites. Grupos como Morbid Angel, Cannibal Corpse y Obituary contribuyeron al desarrollo del género, cada uno aportando su propio enfoque único y distintivo.

A pesar de su nombre ominoso y su reputación de ser un género musical extremo, el death metal ha demostrado ser sorprendentemente diverso en su alcance. Desde el technical death metal hasta el melodic death metal, las ramificaciones del género son vastas y variadas, abarcando una amplia gama de estilos y subgéneros.

En última instancia, la pregunta de quién inventó realmente el death metal puede que nunca tenga una respuesta definitiva. Lo que sí es seguro es que este género ha dejado una marca indeleble en la historia de la música, desafiando las normas establecidas y ofreciendo un espacio para la expresión artística sin restricciones.